martes, 11 de octubre de 2011
3 comentarios

Unas notas sobre el fallecimiento de Steve Jobs

Desde que supe del fallecimiento de Steve Jobs el 5 de octubre, estuve dudando sobre si escribir al respecto en el blog o no. Se me ocurrían cosas que decir, pero no quería escribir tan rápido, cuando todo el mundo estaba googleando con locura sobre el tema. Ahora que ha pasado casi una semana voy a dejar unos comentarios, animado por una curiosidad que encontré en Corea.

Antes de nada, la curiosidad. Estos días circula bastante en Corea la imagen de arriba, una pintada escrita antes de la muerte de Jobs. Lo que pone es: "Steve Jobs, por favor no te mueras. Me compraré el 5G". Más allá de la curiosidad, este grafiti muestra algo que estaba claro: todos sabíamos que el final de Jobs estaba cerca. Su imagen en la presentación del iPad 2, junto con algunas fotografías filtradas, mostraban el avance inexorable de la enfermedad. Sabiendo que el cáncer de páncreas es uno de los más mortíferos, y que Jobs ya había sobrevivido bastante más de la media, pocos eran lo suficientemente optimistas como para pensar en que este momento tardaría en llegar. Su muerte también demuestra una cosa: la salud no se puede comprar con dinero.
El curioso grafiti, fotografiado en una calle de Seúl.
Su muerte deja un gran vacío, porque Jobs estaba rodeado por un cierto halo mágico. A mí, personalmente, me fascinaban dos aspectos de su persona. Primero, su visión, porque tenía el don de anticiparse a las necesidades de los usuarios. Y lo hizo varias veces. En 1976 creó Apple para comercializar el primer ordenador personal tal como lo conocemos hoy en día, el Apple I. Después, apostó por el ratón y una interfaz gráfica antes que nadie. Estos inventos no fueron una creación suya, pero fue él quien supo ver que por ahí iría el futuro. Cuando fue relegado de Apple, compró una pequeña empresa llamada The Graphics Group que hacía gráficos por ordenador, y la transformó en el gigante Pixar. De vuelta a Apple, supo dar a los productos de la compañía un aspecto innovador, creando una comunidad de fanáticos usuarios de Apple. Apoyándose en esa comunidad lanzó iTunes, para vender música a través de internet, siendo otra vez pionero. También vio que los usuarios querrían tener un reproductor MP3 de calidad, y lanzó el iPod. Y fue un poco más allá, transformando el teléfono móvil en un aparato multifunción, de nombre iPhone. Y recientemente pensó que podría tener éxito un iPhone grande y, ignorando los fracasos anteriores con los TabletPC, lanzó el iPad y triunfó de nuevo. Su última apuesta es la iCloud, que se ha quedado huérfana antes de tiempo.Todas estas innovaciones no pueden ser casuales. Es necesario tener una visión especial para ver estas oportunidades, aparte de valor para arriesgarse con ellas.

Steve Jobs tenía la visión y el valor, y una cualidad más que resulta extremadamente escasa en el mundo, y que es lo que más me fascinaba de su personalidad: su carisma. Hay pocas personas capaces de arrastrar a la gente como él lo hacía. Desde el momento en que se anunciaba una presentación de Steve Jobs, el mundo sabía que sucedería algo grande. Su puesta en escena en estas presentaciones era fantástica. Se metía al público en el bolsillo, y todos salían convencidos de que había vuelto a acertar.
Steve Jobs, de joven, en una publicidad de Apple.
Dicen que dejó en Apple diseños e ideas suficientes para 4 o 5 años (como la iTV). Aparte de esos bocetos, también dejó a la empresa en una clara posición de liderazgo, que mantendrá al menos 2 o 3 años, por pura inercia. Lo que sucederá después es difícil de saber. Hay muchas otras empresas deseando meterle un mordisco a la manzana. Entre ellas los fabricantes coreanos de smartphones, que después de varios años copiando el iPhone con mayor o menor éxito, ven como ahora tienen una oportunidad de oro para asaltar la cuota de mercado de Apple. Y no van a escatimar gastos ni esfuerzos para conseguirlo. La primera muestra la dio Samsung un día antes del fallecimiento de Jobs, bloqueando la comercialización del nuevo iPhone 4S en varios países, a través de demandas por violación de patentes, como respuesta a las demandas que la propia Apple había interpuesto contra algunos productos de Samsung. Una guerra bastante fea, en la que todas las partes usan todos los medios a su alcance para zancadillear al rival.
Tweet que escribí al conocer la noticia, en la mañana del 6 de octubre.
Y no me quiero extender más en el tema, solo quiero recalcar la idea de que hemos perdido a la persona que marcaba el camino en muchos aspectos de las nuevas tecnologías. Veremos ahora quién asume ese papel.
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3 comentarios EN BLOGGER
  1. Cito: "hemos perdido a la persona que marcaba el camino en muchos aspectos de las nuevas tecnologías. Veremos ahora quién asume ese papel."

    Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates... Que no sea Gates...

    ;-P

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  2. Buenas, el tema Samsung vs Apple no es lo q tu escribes es mucho mas. Steve solo fue un Guru del marketing y un oportunista para la compra de patentes. Hubo ordenador antes de Apple, hubo MP3 antes de ipod, y el mouse solo compro la patente, en fin, mi humilde opinion. Saludos.

    Pablo

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  3. @LeSoleil A Gates ya se le pasó el arroz. Él lo sabe, y por eso se dedica a la filantropía. Vivimos en la era Google, y creo que aún faltan unos años hasta que alguien pueda cambiarlo.

    @Anónimo Todos los días se patentan muchas cosas. Ser capaz de distinguir qué es útil y puede tener éxito entre tanto invento es algo al alcance de muy pocos. Los laboratorios Xerox habían inventado el ratón y un sistema operativo gráfico, pero no fueron capaces de ver el potencial de su invención. Si lo hubieran visto, hoy en día Xerox sería probablemente la mayor empresa tecnológica del mundo.

    Cuando Steve Wozniak creó su ordenador personal (que quizá tampoco fue el primero, porque es difícil discernir qué es exactamente un ordenador personal), Jobs vio que el futuro pasaría por ahí. Otra gente (grandes empresarios incluidos) se lo tomaron a risa. Lo que hoy conocemos como ordenador personal (CPU, pantalla, teclado, ratón, etc) se debe en gran parte a Steve Jobs.

    No digo que Jobs sea un dios, pero no se puede negar que tenía una visión y una perspectiva que los demás no tenemos. Por otra parte, las comparaciones con Edison o Franklin son una exageración.

    Saludos, y gracias por los comentarios :)

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