miércoles, 22 de febrero de 2012
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Anécdotas de una fábrica de Irlanda, parte II

Tras el primer post de anécdotas de una fábrica de Irlanda, continuamos con una segunda ración.

6. Bomberos voluntarios. El pueblo contaba con una estación de bomberos voluntarios (es un decir, porque cobraban bien) que daba cobertura a las aldeas de la zona. Muchos de los bomberos de la estación trabajaban en la fábrica, y a veces se marchaban inesperadamente porque los llamaban para un incendio en algún sitio. Lo más curioso era cuando teníamos un conato de incendio en la propia fábrica. En ese caso se marchaban a la estación de bomberos y regresaban 15 minutos más tarde debidamente disfrazados, dispuestos a acabar con el incendio, que para entonces ya se había propagado un poco.

7. Error sospechoso. En una de las ocasiones en los bomberos voluntarios tuvieron que atender un incendio, fueron llamados por un vecino de un alto cargo de la fábrica. Ya sabéis que en Irlanda son muy típicas las casas adosadas (un solo edificio dividido en dos casas independientes). Pues bien, los bomberos se equivocaron y metieron la manguera por la chimenea de la casa equivocada, inundándola por completo. Dijeron que había sido un error, que no era su intención inundar la casa del jefe, que con las prisas ya se sabe, pero no se lo creyó nadie.

8. El fuego renueva. Un irlandés quería comprarse un coche nuevo, pero no tenía dinero. Lo que hizo fue prenderle fuego al que tenía para cobrar el seguro. Tan orgulloso estaba de su operación que, a los pocos días, ya lo sabía toda la fábrica. Lo curioso del tema es que formaba parte del equipo de bomberos voluntarios. La verdad es que era un elemento de cuidado.

9. Trabajo voluntario pero innecesario. Gran parte del personal de la planta estaba compuesto por vagos redomados. Las órdenes de trabajo eran recibidas con mala cara, y ejecutadas a la fuerza. Sin embargo, sí que eran muy voluntariosos a la hora de gastar bromas y hacer cosas sin sentido. Por ejemplo, el fin de semana que cambiaron las plaquetas del suelo de la sala de control por las de una oficina cercana, simplemente porque las de la sala de control estaban algo desgastadas y querían volver a tener un suelo radiante. Si eso hubiera sido una tarea impuesta, no la habría querido hacer nadie.

10. ¿Hay tablero? En una fábrica de tablero, si hay algo que sobra, es precisamente tablero. Hay un porcentaje de tableros que no cumplen con las normas de calidad, y son apilados para usos secundarios. En una ocasión, había un grupo de electricistas externos haciendo un trabajo, y necesitaban algo con que amparar las chispas de una rebarbadora. Preguntaron a un operario que si habría algún tablero que pudieran usar, y este, disfrutando del momento, llamó por radio (transmisión abierta) al jefe de turno para preguntarle "¿Crees que habrá algún tablero en algún sitio". Y éste, tras un instante de desconcierto, contestó que "Creo que sí, voy a ver". Por unos segundos, resonaron las carcajadas por toda la planta.

Supongo que estas anécdotas le harán más gracia a gente que haya trabajado en alguna fábrica, porque hay que entender que suceden en un ambiente que normalmente es muy serio e incluso un poco tenso. A mí por lo menos me siguen provocando una risa difícil de controlar. ¿Y a vosotros qué os han parecido?
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2 comentarios EN BLOGGER
  1. Bomberos inútiles hay en todos lados, pero también los hay buenos. Acá los de mi ciudad tienen la 'mala' de fama, según la gente, de que llegan solo a tomarse la foto xD, mientras el incendio ya paso. Obvio, nunca ha pasado nada grave, la mayoría de los incendios son en campos de pasto seco. Me imaginó que la gente los quema para 'limpiarlos'.

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    1. Por supuesto que la mayoría de bomberos son competentes y muy útiles. Es solo que estos eran unos bomberos muy "especiales"... XD

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