lunes, 11 de marzo de 2013
6 comentarios

Las dos caras del delfín Fungie de Dingle

El delfín Fungie de Dingle saltando cerca de un barco

Cuando visité la península de Dingle en Irlanda, pude conocer la historia de Fungie, un delfín que vive en la Bahía de Dingle y que es una especie de símbolo de este lugar. Fue visto por primera vez a mediados de los 80, jugueteando con los barcos. Y desde entonces aparece regularmente para regocijo de los locales y los turistas que llegan al lugar atraídos por la fama de este simpático cetáceo.

Una tienda de souvenirs de delfines en Dingle
Tienda de cosas con forma de delfín.
Aunque los delfines suelen ser animales sociables y amistosos con las personas, parece que lo de Fungie era muy especial. Vamos, que solo le faltaba subir al pueblo a tomarse unas pintas con los parroquianos. Por eso, poco a poco se fue haciendo famoso, y los aldeanos no perdieron la oportunidad de sacarle algo de rédito al asunto. Por un lado están las tiendas de souvenirs, que venden Fungies de todos los tamaños y colores imaginables.

Por otra parte están los propietarios de barquitos, que organizan excursiones marítimas para ver a Fungie que no son precisamente baratas, pero que no garantizan el avistamiento del cetáceo en cuestión. Es decir, que te sacan a dar una vuelta en chalana a cambio de una buena propina, pero si no aparece el bicho no te devuelven el dinero ni de broma.

A mí hay cosas que no me quedan muy claras, como la longevidad del delfín en cuestión. Probablemente el Fungie original ya haya pasado a mejor vida y en estos momentos esté surcando las aguas del cielo de los delfines. Pero como esta costa es lugar de paso de muchas manadas de cetáceos, y además a ver quién es el listo que distingue un delfín de otro, pues no hay problemas en decir que cualquier delfín que asoma la cabeza es el mismísimo Fungie. Y así se mantiene el chiringuito de hoteles y venta de tonterías turísticas en un pueblo que de otra forma estaría sumido en el olvido.

Otra cuestión son las presuntas buenas intenciones de los simpáticos delfines que a todo el mundo le caen tan bien. ¿Nadie se paró a pensar en qué harán con esas filas de dientes afilados? ¿No es extraño que sonrían de esa forma cada vez que ven a una persona? ¡Los delfines no son tan buenos e inocentes como nos creemos!

El delfín Fungie mordiendo a un turista!

* La primera foto fue tomada de una web que no enlazo porque ya desapareció. La segunda es un ejemplo de posado natural rescatada de mis archivos. La tercera es un aterrador documento gráfico que al fin ha superado la censura.
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6 comentarios EN BLOGGER
  1. jajaja la ultima foto :) y supongo que atacan si se ven en peligro...como cualquier animal~
    Muy bueno su blog,me ha llamado la atencion y heme aqui. Una pregunta, sigue viajando? siga asi. Saludos desde México

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    1. Hola y bienvenida. Sí que sigo viajando, claro, pero ahora menos que antes porque tengo más responsabilidades familiares y menos dinero ;)

      El año pasado fuimos a Hong Kong, este año vamos unos días a España, en un futuro espero visitar Japón, Vietnam, Singapur... ¡Y muchos pequeños viajes por Corea, que en este país hay mucho que ver!

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  2. Muy buen articulo, y la última foto ta chulísima. Yo siempre he creido en la cara buena del delfín y por favor, no me quites eso, que me da algo jaja

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  3. Podemos montar algo así en la Ría con los arroaces, XD

    Por allí pasan todos los veranos... Y mira que no habrá chalanas olvidadas en las playas ;)

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    1. Ir en barco de Cangas a Vigo en días de temporal ya es aventura suficiente :P

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