sábado, 14 de diciembre de 2013
6 comentarios

El gran motorista blanco, digievolucionado

Pequeño motorista blanco coreano

Hace tiempo, cuando apenas llevaba unos meses en Corea, un día me fijé en un chico que iba en moto. La moto era blanca, y el chico iba vestido con una chaqueta blanca, unos tenis blancos y un casco blanco. Sin embargo, lo que me llamó la atención no fue su peculiar gusto a la hora de conjuntar colores, sino que se paró ante un semáforo en rojo. Esta es una situación que el 99% de motoristas coreanos esquivaría cruzando por el paso de cebra o la acera, o directamente saltándose el semáforo por la bravas (el 1% restante corresponde a aquellos a los que se le calaría la moto). Pero este chico no, este era diferente. Vio el semáforo en rojo, paró la moto y echó pie a tierra. No solo eso, sino que esperó pacientemente a que cambiase de color antes de reanudar su marcha.

La excepción que confirma la regla, pensé yo. Pero no, era mucho más que eso. La primera pista la tuve unos meses después, cuando en un aburrido viaje en el metro de Seúl me crucé por primera vez con una genuina heroína coreana. Aquella mujer no podía estar sola en su cruzada. Es imposible que una sola mujer, por muy ajumma que sea, se enfrente en solitario a toda la maldad que acecha tras las múltiples esquinas de una gran urbe como es Seúl capital.

Tenía que haber otros como ella. Superhéroes urbanos que, con su sola presencia, amedrentan a los malhechores y transmiten confianza a las gentes de buen corazón. El chico de la moto blanca era uno de ellos, aunque por aquel entonces yo aún no lo sabía. Y tardé mucho en darme cuenta.

Hasta este sábado.

Porque, ¿quién podría ser este motorista sino la versión avanzada del chico imberbe que había visto un par de años antes?

Gran motorista blanco coreano

Ahí lo tenemos, posando con orgullo tras completar su formación como integrante de los escuadrones secretos que defienden Seúl frente al mal. Cuando yo jugaba a juegos frikis hablábamos de subidas de nivel basadas en los puntos de experiencia. Después llegaron los pokemon y sus digievoluciones. Ahora comprendo que esos juegos no son más que vanos intentos de representar sobre un tablero una realidad que nos rodea. Muchos no lo saben, pero yo lo he descubierto en una calle de Seúl llena de abueletes vendiendo chatarra.

Superhéroes, digievoluciones, caballeros blancos sobre ruedas, Antarcharán... Todo esto existe de verdad. Están entre nosotros. No cierres los ojos a la realidad que te rodea.
COMPARTIR ES BUENO
Si te ha gustado este post,
puedes ayudarme a mejorar
con un pequeño gesto :)
CLICK AQUÍ
COMENTARIOS DE FACEBOOK
6 comentarios EN BLOGGER
  1. Muy curioso, pero te hago la corrección: Digimon -> Digievoluciones; Pokémon -> Evoluciones

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leches, gran error :D
      Es que a mí los Pokemon y similares me pillaron ya crecidito, pero poner el ejemplo de "pasar de nivel" al conseguir PX me pareció que no lo pillaría mucha gente ;)

      Eliminar
  2. Lo que tienen que hacer para ganarse el pan XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si alguien le paga por hacer eso, está más pirado aún que el motorista :D

      Eliminar
  3. jajajaja, para una vez que quería presumir de sabiduría, se me adelantó Sergio!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hahaha Venga, me estudiaré mejor la lección de evoluciones vs. digievoluciones :P

      Eliminar