sábado, 14 de abril de 2018
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Unas notas tardías sobre la mudanza de Corea a España

Nenas sobre tocones de árboles

Ya llevamos cuatro meses en España, y lo cierto es que no añoramos Corea. Echo de menos algunas cosas como ciertas comidas, el trasporte público y la velocidad de internet, pero en general creo que hemos mejorado. Aunque esto puede ser mera autosugestión.

Una vez asentados definitivamente en España, con casi todos los flecos ya cerrados, me gustaría comentar un par de cosas y dar algún consejo para quién siga nuestros pasos de vuelta al terruño.

La odisea del equipaje y la burrocracia de Iberia


El vuelo desde Incheon salió tarde y eso nos hizo perder la conexión en París. Air France nos trató bien, hotel y sustento incluidos, pero llegamos a destino con unas treinta horas de retraso. Solo tres maletas llegaron con nosotros, los otros cuatro bultos llegaron tres semanas más tarde.

No fue mi primer retraso de equipaje, pero en las ocasiones anteriores la demora no duró más de un par de días. Esta vez tuve que lidiar con la web de Iberia y su servicio de atención al cliente. La experiencia fue lamentable. Más allá de la buena voluntad de las personas, el sistema es demencial. No hay forma de pedir información sobre el estado ni paradero de las maletas, y a día de hoy uno de los bultos sigue apareciendo en la web como perdido pese a que fue el primero que me entregaron.

Para redondear al asunto, uno de los bolsos que enviamos con ropa usada llegó rajado. Era un bolso barato que nos costó unos 12 euros, pero al solicitar una compensación me exigieron -entre otros muchos documentos- la factura del equipaje de sustitución. Así que compré una maleta de mano, que me costó 40 euros, y envié esa factura. Muchas semanas después, tras múltiples emails de ida rápida y vuelta tardía, me hicieron una transferencia de esos 40 euros. Si no hubiesen sido tan exigentes con los requisitos me habría conformado con 12 euros. No tiene sentido.

Automandarse cajas y no pagar aduanas sí es posible (a veces)


Allá por el año 2011 el Gobierno español decidió que una buena forma de salir de la crisis era privatizar las aduanas en envíos postales entrantes, adjudicándole el servicio a una empresa que empezó a cobrar veintitantos euros por cada paquete proveniente de fuera de la Unión europea. Muchos repatriados anteriores tuvieron que pagar la cuota de marras para recoger en España cajas que ellos mismos se habían enviado desde Corea, sin ser capaces de alegar que el contenido era ropa usada y enseres personales sin valor enviados como parte de una mudanza.

Para evitarlo puse en mis cajas una funda plástica, abierta por un lado, con una nota que ponía: "Ropa usada por mudanza de Corea a España (ver este documento)". Ese papel, por el otro lado, era una fotocopia de mi baja consular como residente en Corea.

Cajas enviadas de Corea a España

Exactamente tres meses después de enviar las cajas, recibí en casa dos de ellas sin tener que pagar ningún extra. Estaba muy feliz porque el sistema de la nota parecía haber funcionado, pero al día siguiente recibí sendas cartas de Aduanas informando de que las otras dos cajas estaban retenidas en Madrid, además de una nota de la cartera diciendo que se había olvidado de cobrar 23,49 euros por una de las cajas ya entregadas. Para recibir las cajas retenidas en aduanas tuve que aportar documentación a través de una página web, en un procedimiento sencillo, y pagar 28,56 euros en concepto de "coste del trámite".

Cuatro cajas enviadas, tres resultados diferentes. Se le queda a uno cara de tonto porque no queda más remedio que pagar. Puse una reclamación en Correos pero lo cierto es que no albergo esperanzas de recibir una respuesta. Sobre los trámites aduaneros, todo lo lleva una empresa privada con una adjudicación a dedazo, por lo que trata de cobrar siempre y no hay forma de escaparse.

Por cierto, lo más barato es enviarse cajas por barco. El envío tarda unos tres meses pero cuesta solo unos 75.000 wones por una caja de 20 kilos, que es el peso máximo. Enviar unos 15 kilos cuesta 65.000 wones, lo cual señala que merece la pena ajustarse lo más posible al preso máximo. Lo realmente raro es la manera de medir el tamaño máximo que tienen en Corea: la suma del menor perímetro y el largo debe ser inferior a 2 metros. Es decir, las dos aristas más cortas se suman dos veces y la más larga solo una vez. No tiene mucho sentido pero es así, y esto nos obligó a reacondicionar nuestras cajas en medio de la oficina postal sacando a relucir nuestros trapos sucios -literalmente- delante de todo el mundo.

Las nenas bien, gracias


Las niñas se adaptaron fantásticamente. Aprender español no fue ningún problema para la grande, pero sorprendentemente tampoco para la pequeña. Van a la escuela muy contentas desde el primer día y rápidamente hicieron amistades.

Incluso con la dificultad añadida de que, por diversos asuntos, la madre tardó cuatro meses en venir de Corea y el padre se pasó semanas enteras trabajando en Lisboa antes de lo previsto, las niñas se adaptaron estupendamente a la vida en Galicia y no tuvieron problemas para convivir son sus abuelos.

Papeleos para Miyoung


Un cambio de país obliga a solicitar permiso de residencia. Lo tuvo que hacer Miyoung hace casi una década y lo tuve que hacer yo cuando marchamos a Corea. Ahora Miyoung tuvo que pedir otra vez el NIE, en un proceso igual al de la primera vez pese a que ya tiene una identidad concedida.

Pensar en pasar otra vez por esos trámites me provocaba pesadillas, pero esta ve todo fue infinitamente mejor. La Oficina de Extranjería de Vigo funciona mucho mejor que la de Santiago, aunque en esto puede influir mucho el hecho de que en 2009 España recibía una avalancha de inmigrantes y ahora el flujo es mucho más reducido.

Por el motivo que sea, los papeleos fueron rápidos y sencillos, y el trato recibido en esta ocasión fue exquisito. Eso sí, entre unas cosas y otras tardamos más de dos meses en recibir la tarjeta de marras.

Internet y la vida digital


Ahora mismo, mi vida se parece muy poco a lo que tenía en Seúl. La vida familiar sigue más o menos similar, pero en lo laboral y en lo social he ganado mucho. Lo que más ha cambiado es, probablemente, el uso dado a internet y las redes sociales. En Corea estaba muy metido en la blogosfera y, aunque al final lo fui dejando, tuve fases de pasar mucho tiempo en las redes sociales. Esto era claramente un error, porque en las redes sociales hay demasiado cafre por metro cuadrado.

Ahora apenas me asomo a Twitter, y menos desde que permite escribir 280 caracteres, y el Facebook no lo toco ni con un palo de dos metros. Y, aún a riesgo de que suene mal, admito que de las redes sociales no hecho de menos casi nada.

Y esto es una suerte, porque de otra forma se me habría hecho insufrible pasar de un internet simétrico de 1 Gbps a la conexión rural de 3 Mbps de bajada y 250 kbps de subida.

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11 comentarios EN BLOGGER
  1. Yo si tengo fibra optica. Hola de nuevo. Me da gusto que todo vaya bien en tu vida y en tu familia.

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  2. Me alegro por vosotros, Felipe. Un fuerte abrazo y suerte con la adaptación.

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  3. Me alegro que las niñas están adaptándose bien eso es lo más importante. Tu y tu esposa ya han tendido varias mudanzas y cambios de cultura jajajaja. Un cariño enorme

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  4. Me alegro que estés en la vecina Galicia, saludos y a disfrutar de la calidad de vida.

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  5. Los niños son esponjas, además de optimistas, valientes y con altísima capacidad de adaptación. Cualidades que vamos perdiendo con la edad. En cuanto a los bultos, a mi hija le pasó igual cuando volvió de Noruega. Después de tanto trajín, resultó que le salió igual de precio el paquete autoenviado que facturar otro maletón en el vuelo de vuelta. Sólo que el paquete tardó en llegar muchísimo ya que también estuvo retenido en Madrid..

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  6. ¡Gracias a todos por los comentarios!

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  7. Es bueno saber que el cambio ha sido tan fácil para todos y se hayan adaptado. Se echan de menos leer tus posts, pero mejor tener tiempo para la familia. Eso ya lo estoy notando yo ahora :D

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  8. Me alegro de que pueda encontrar este blog otra vez. Espero que continues a compartir vida cotidiana contimuamemte.Que tengais suerte!

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  9. ¿La suma del menor perimetro y el largo? Perímetro es la suma de todos los lados, solo hay uno. No se a qué te refieres

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    Respuestas
    1. Perímetro: Línea o conjunto de líneas que forman el contorno de una superficie o una figura.

      Mide el perímetro de cada uno de los lados del paquete. Luego mide la arista que no forma parte de dicho lado. La suma de ambas longitudes es el valor que se tiene en cuenta.

      Es enrevesado, lo sé, pero es lo que aplica.

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