lunes, 3 de junio de 2013
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Un gran castillo irlandés en el centro de Cahir

Castillo de Cahir en Irlanda

Cahir es un pueblo del sur de Irlanda que apenas cuenta con tres mil vecinos, pero que alberga uno de los mayores castillos del país. El Castillo de Cahir (Caisleán na Cathrach en gaélico) es además uno de los mejor conservados, ya que se mantiene en pie la mayor parte de la estructura defensiva original.

Muros del Castillo de Cahir
Portón del Castillo de Cahir

Construido en 1142 en una isla del río Suir, todo el pueblo se creó a su alrededor, dejando el castillo en el centro al estilo de tantas ciudades europeas. La diferencia aquí es que el pueblo nunca llegó a convertirse en ciudad, por lo que mantiene un tamaño similar al que tenía en la Edad Media.

En 1375, tras una época en que la zona estuvo dominada por los vikingos, el castillo pasó a manos de la poderosa familia Butler, que lo conservó durante varias generaciones. Una serie de señores de este clan, primero condes y después barones, dominaron el castillo hasta la muerte del último representante de la saga en 1961, año en que el castillo pasó a ser propiedad pública. Durante todos esos siglos, los muros del Castillo de Cahir fueron testigos de muchos acontecimientos históricos. Por ejemplo en 1650, cuando el castillo fue tomado por Oliver Cromwell en su brutal campaña irlandesa.

Torreta del Castillo de Cahir

El castillo no es espectacular pero, en un país donde una gran parte de las fortificaciones históricas están en ruinas, es una visita muy interesante. Aunque en el interior hay algunas antigüedades, lo mejor es la construcción en sí misma. Tanto el castillo como los muros que lo protegen son el arquetipo de un castillo medieval, pese a no estar situado en un promontorio como la mayoría. Resulta tan típico y convincente que en 1981 fue usado durante el rodaje de Excalibur, el gran clásico sobre la leyenda del Rey Arturo.

Mandoble antiguo
Alabardas antiguas

En este castillo también viví un anécdota, cuando intentamos entrar con unos pases válidos para todos lo monumentos nacionales de Irlanda. El problema es que esos pases lo habían comprado unos amigos que habían viajado por Irlanda unas semanas antes y, aunque seguían siendo válidos, tenían estampada su firma. Tras usarlos en varios lugares sin problemas, en Cahir nos vieron cara de malas personas y nos hicieron firmar para comprobar si éramos los legítimos dueños de los pases. Lo gracioso es que, de cinco aprendices de estafadores, solo pusieron problemas a uno, que tuvo que pagar la entrada. El resto, by the face.

Vistas desde el Castillo de Cahir

Puedes ver más información sobre este castillo en la web de Heritage Ireland (sí, los de las tarjetas).
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2 comentarios EN BLOGGER
  1. Me encanta que varíes los post entre cosas de Corea y cosas de otras partes del mundo, se me hace super ameno y entretenido =)

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