Casteando el mayor torneo de Magic en España

El pasado fin de semana trabajé tres días de sol a sol a cambio de techo y comida. Dicho así parece que hemos retrocedido unos cuantos siglos en derechos sociales, pero hay truco: lo hice voluntariamente y me lo pasé genial.

El Impact Returns es un gran fin de semana de torneos de Magic: The Gathering que se celebra cada mes de julio en Narón, Coruña, coincidiendo con la fiesta del Apóstol Santiago. Fui en 2018 como jugador, en 2019 acudí como locutor para la retransmisión en directo, y este año 2022, tras dos años de paréntesis por culpa del Covid, volví a ponerme detrás del micrófono durante tres días para narrar los torneos de OldSchool, Legacy y Modern. Para que el frikismo no se marchite, hay que regarlo al menos una vez al año.

Casteando con Togores, experto en Legacy.

Si la emisión de 2019 ya sorprendió por su calidad, lo de este año se salió de todas las escalas. El despliegue técnico fue de película. La preparación previa de escenas fue fantástica, la coordinación tuvo algún problema el primer día pero fue muy fluida a partir de ahí, y el nivel de casters fue estupendo.

Regresé a casa muy satisfecho de haber formado parte de algo tan chulo, y orgulloso por un trabajo bien hecho. Cuando algo se hace en equipo con todos remando en la misma dirección, y además sale así de bien, la simple participación ya es bastante recompensa.

Casteando con Ojeda, experto en Modern.

Para que este post no quede tan autocomplaciente, aprovecharé para dejar por escrito algunas claves para conseguir un buen casteo de un evento de este estilo, ya sea de un juego de mesa o de un eSport.

• La preparación previa es fundamental. Por mucho talento y medios técnicos que se tengan durante la emisión, sin organización y preparación previa saldrán muchas cosas mal.
• Los medios técnicos hay que probarlos por adelantado en el sitio del evento. Una mala configuración o un cable que se queda corto pueden dar al traste con todo. Concretamente, mucha atención a la calidad del sonido y, en juegos de mesa, a la iluminación.
• Tanto si se usa OBS como un software similar, es bueno disponer de marcos bien diseñados y transiciones entre escenas, pero ojo con pasarse. El objetivo de las transiciones es hacer los cambios más suaves, pero no deben ser protagonistas. La simplicidad suele ser la mejor opción en estas cosas.
• Es importante hacer un buen reparto de roles: una persona manejando el software, dos casters (un "play-by-play" y un comentarista técnico o "de color") que no se pisen, y otra persona coordinando todo y llevando las redes sociales. Este es el equipo mínimo para que vaya todo fluido. Idealmente se harán algunas rotaciones para hacer la experiencia más llevadera.
• La hidratación es básica para poder estar hablando durante más de 12 horas seguidas. Hay que beber muchísimo, e ir al servicio todo lo necesario. Yo me pasé tres días literalmente filtrando agua.
• Los casters deben conocer lo que van a emitir. Concretamente, en el Magic, hay que conocer las interacciones entre los diez o veinte mazos más jugados de cada formato, así como poder reconocer las cartas de cada uno de ellos, algo que cada día es más complejo con tanto Secret Lair y promos variadas.
• Las entrevistas entre rondas quedan muy bien, sobre todo si es a uno de los jugadores que salieron en pantalla. Comentar las jugadas, todavía frescas en la memoria, y conocer el punto de vista de quién las ejecutó siempre es muy interesante.
• Hay que tratar de minimizar los tiempos muertos. Un par de minutos con unas slides son útiles para hacer los relevos, pero extenderse más que eso es una invitación a que los espectadores busquen alguna otra cosa.
• Dejo para el final lo más importante: el buen rollito. Nadie aguanta tres días tan intensos si el ambiente no es agradable. Es fundamental que todos colaboren y reine el buen ambiente.

La guarida de los casters con toda la cacharrada.

Aparte de las fotos que ilustran este post, dejo por acá un par de vídeos relacionados. Primero, la experiencia como jugador de la edición de 2018.

Y segundo, la despedida de la edición de 2019. Es una pena que este año no pudimos hacer una despedida en condiciones.

En dos semanas estaré en Corea del Sur, al fin con mi familia después de dos años de separación a causa del bicho. Estaré por allá cinco semanas, disfrutando de su compañía y sanando las heridas internas acumuladas durante 25 meses. Decir que no veo llegado el momento sería quedarme muy corto, así que no voy a decir nada.

Disfrutad del verano. Nos leemos a la vuelta.

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