lunes, 9 de agosto de 2010
3 comentarios

Sashimi en el parque Taejongdae (Busan)

Busan en un domingo de agosto es una buena definición de la palabra "aglomeración". Miles y miles de personas se concentran en las playas de la ciudad, y las zonas cercanas se ven atestadas de gente buscando un sitio para comer. En la playa hay tanta gente que no se sabe donde acaba la arena y empieza el agua. En las calles cercanas los coches no pueden avanzar. Los restaurantes y garitos cercanos están repletos de gente comiendo platos a un precio superior al habitual (y una calidad proporcionalmente inferior).
Playa Haeundae llena de gente, pero aún con algunas zonas libres.
Visto lo visto, decidimos que ése no era nuestro lugar, y nos fuimos camino al Parque de Taejongdae (태종대), con la esperanza de que estuviera un poco menos colapsado. Este parque ocupa una montaña al borde del mar, y es recorrido por un bus-tren turístico que por 1500 wons (un eurillo) le ahorra a uno la caminata hasta lo alto (muy útil en un día de calor abrasador). Precisamente en el punto más alto del parque se encuentra lo más interesante, pues desde aquí puede bajarse por unas escaleras hasta el nivel del mar. Por el camino hay varias esculturas, un faro, unas bonitas vistas... pero la sorpresa está abajo.
La "mesas" colocadas al ladito mismo del mar.
Sobre las piedras en las que baten las olas hay unas señoras (típicas ajummas) con lo que se dice un chiringuito bien montado. Tienen tinajas llenas de agua con peces y mariscos vivos, igual que en un mercado, para que los turistas puedan comérselos en unas tablas muy bien colocadas sobre las piedras. Con el calor que hacía, un tentempié fresquito al borde del mar era demasiado tentador. Tomamos una bandejita con 회 (hoe, sashimi de un pez similar a un lenguado), 해삼 (haesam, pepinos de mar, llamado "gingseng de mar" en Corea por sus supuestas cualidades beneficiosas), 전복 (jeonbon, oreja de mar), 멍게 (meongge, un marisco que no conozco) y atención... 산낙지 (sannakji, pulpitos vivos). Todo esto acompañado de aceite de soja con wasabi, aceite de sésamo y las típicas salsas picantes.
Las delicias del mar que nos tomamos.
Había visto lo de los pulpitos vivos en el famoso capítulo de Seúl del programa "Españoles en el Mundo", pero no me esperaba probarlo tan pronto. El plato es de una simpleza supina. Consiste en un pulpo pequeño que se mantiene vivo hasta el último momento, y se eviscera y corta en trozos para que el cliente se lo coma mientras los brazos aún se mueven y retuercen. Al meterse un trozo de tentáculo en boca se nota como se mueve, y las ventosas se pegan a la lengua y el paladar. La sorpresa es que no es demasiado duro, y se mastica sin problemas hasta que deja de moverse. Y eso hice, masticarlo bien antes de tragar, que no quiero sentir después pataditas de pulpo en el estómago :D
Paisaje de la costa rocosa al atardecer.
Tras el almuerzo, un tiempo por el parque disfrutando de la naturaleza, y regreso a Daegu (una horita de autopista). Pero antes de eso un paseo por la playa de noche, cuando ya la multitud se había marchado. Había algún tipo de evento con música pop en directo, y muchos grupitos de gente joven sentados sobre una esterilla en la arena dando buena cuenta de las botellitas verdes en una especie de botellón coreano.
Playa de Haeundae de noche.
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3 comentarios EN BLOGGER
  1. Impresionante experiencia. Lo de los pulpitos a pie de mar servido por señoras, espectacular.

    Gracias.

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  2. En primer lugar, te envío un cordial saludo desde Chihuahua, Chih. México.
    He estado visitando y conociendo los blogs que participan en los Premios 20 blogs. Deseo mucha suerte y muchos votos para tu blog; aprovecho para invitarte a visitar mi blog que fue creado con la intención de publicar mis artículos semanales de opinión que muchas veces son censurados por la mayoría de los medios de comunicación que son controlados por el gobierno del Estado.
    Tristemente Chihuahua se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos por la ola de violencia generada por el crimen organizado; el periodismo se ha convertido en uno de los oficios más peligrosos; pero mi lema es: prefiero morir hablando, que callada. Y es que quiero a Chihuahua de regreso… ese Chihuahua que mundialmente era conocido por sus bellos paisajes, por su gente valiente noble y leal, por su grandeza en general…. y no por la violencia que ahora impera. (Mi artículo: “Crimen, cámara, acción” lo explica mejor).
    Te invito a que conozcas mi blog que participa en la categoría Actualidad; ojalá sea de tu interés.
    http://lablogoteca.20minutos.es/laecita-blog-mi-derecho-a-la-libre-expresion-18859/

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  3. La zona costera alrededor de Busan debe ser un lugar maravilloso. Me gustaría poderme pasear algun dia por alli y poder comer 산낙지.
    Eso si, yo lo haría al atardecer, nunca al mediodia porque no aguanto el calor humedo de Corea, me cansa y me pone de mal humor, hehehe.

    Un saludo.

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