jueves, 18 de julio de 2013
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Casa Haeudang de Museom, el hanok perfecto

Casa tradicional coreana Haeudang de Museom

La Aldea Museom es uno de esos pocos lugares de Corea donde hay hanoks habitados por gente que se dedica a sus cosas, sin haber sido aún invadidos por el turismo masivo. Quizá no sea tan grande como Hahoe, pero a mí me gustó incluso más porque en todo el lugar no vi ningún otro grupo de turistas ni tienda de souvenirs. Se convirtió, junto con el templo Buseoksa, en el punto fuerte del viaje por Mungyeong y Yeongju. Y lo más destacado de la aldea, en mi opinión, es la casa tradicional coreana que presentaré hoy. El hanok perfecto.

Entrada del hanok Haeudang de Museom
Entrada principal al hanok Haeudang, situada enfrente de la habitación del hombre.

Haeudang (해우당 en coreano, 海愚堂 en chino) es el mayor de los muchos hanoks del pueblo, y también el más importante. La historia dice que fue construido en el año 1830 por Kim Yeonggak, y renovado en 1897 por Kim Nakpung, un alto funcionario del rey Go-jong. Hoy sigue siendo propiedad de la misma familia Kim, aunque ya no está habitado de forma permanente. Está declarado como Material Folclórico 92 de Gyeongsangbuk-do, al igual que otras ocho construcciones del pueblo. Pero, más allá de la historia o su fantástico estado de conservación, lo destacable de esta casa es que encarna un ejemplo fantástico de lo que es un hanok tradicional coreano.

Hanok Haeudang de Museom
El hanok, con el balcón del hombre a la derecha.

Lo primero es la ubicación, con una montaña detrás y un río delante, tal como manda la tradición. Lo segundo es el muro que lo rodea, con varias entradas de la cuales destaca la principal, y una zona de jardín (madang, 마당) con un par de construcciones auxiliares para guardar leña o herramientas. Y lo tercero es el hanok en sí mismo, construido en madera sobre una base de piedra, con la clásica calefacción ondol (온돌) bajo suelo, el típico patio interior, y la cocina tradicional con la gran olla metálica donde se cuece el arroz.

Patio del hanok Haeudang de Museom
Patio interior, al que se puede acceder desde cualquiera de las habitaciones de la casa.

Su construcción también encaja perfectamente con la tradición, como el hecho de que la habitación de los sirvientes esté a un lado de la puerta de entrada, con un poco de elevación sobre el suelo y con una pequeña ventana que no permite ver lo que sucede en el resto de la casa. La habitación del hombre (sarangchae, 사랑채) está hacia el este, y dispone de un balcón exterior que permite ver la entrada de la casa. Este balcón, llamado numaru (누마루) solo existe en los hanoks de las clases altas, y era el lugar más prestigioso de toda la casa. En el lado oeste se encuentran las habitaciones para mujeres y niños, en el espacio llamado anchae (안채) que era donde sucedían los eventos familiares, incluidos partos y muertes. Entre ambas zonas se encuentran la sala de estar (daecheong, 대청) y la cocina (buok, 부엌).

Cocina tradicional coreana
Aquí se cocinaba, usando esa gran olla metálica.
Chimeneas del sistema de calefacción ondol
Chimeneas del sistema de calefacción bajo suelo.

En la parte trasera del hanok, sobre la ladera de la montaña, se encuentra el pabellón familiar (jeongja, 정자). Este era el lugar para conversar, meditar y disfrutar del entorno natural. Solo los hanoks de las clases más altas disponían de un pabellón privado.

Almacén de leña y pabellón tradicional coreano
Al fondo, el pabellón de la casa, al que se accede a través de la puerta trasera.

Incluso el nombre del hanok tiene su pequeña historia, ya que fue escrito por Heungseon Daewongun, regente del rey Gojong y figura política importante del final de la dinastía Joseon.

Guía de la aldea tradicional Museom de Corea del Sur

Todo esto nos lo explicó nuestro guía, un hombre de 60 años que lleva toda su vida viviendo en la aldea y que presume de ser el más joven de sus habitantes permanentes. Y probablemente sea el último, ya que este lugar parece destinado a convertirse en zona de descanso donde los descendientes del clan fundador puedan acudir a reposar de sus nuevas vidas urbanas. Será una pena, pero parece un futuro mejor que acabar repleto de tiendas de souvenirs y hanoks alquilables.

Grupo escuchando las explicaciones del guía en la aldea Museom

Esta aldea está lejos de las rutas turísticas habituales y probablemente no justifica un viaje a menos que se disponga de coche propio o de alquiler, pero para los residentes de largo plazo es un lugar fantástico para una escapada. En Corea, pese a presumir de cultura tradicional, no abundan los lugares como este.

✈ Esta aldea la visité durante un viaje por el norte de Gyeongsanbuk-do, en el centro de Corea.
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