lunes, 23 de septiembre de 2013
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Abadía de Kylemore, destierro para niñas malas

Abadía de Kylemore en Connemara

Connemara es una inhóspita región del oeste de Irlanda de la cual ya hablé en alguna ocasión. Es una zona montañosa en la que apenas hay un puñado de pequeños pueblos aislados del mundo, cuyos habitantes viven mayormente de la ganadería de ovejas. Aparte de montañas y paisajes sobrecogedores, en Connemara apenas hay atractivos turísticos. Precisamente por eso sorprende tanto encontrarse algo como la Abadía de Kylemore (Mainistir na Coille Móire en gaélico), un castillo burgués reconvertido en monasterio que además era internado femenino hasta hace muy poco.

Kylemore Abbey en Irlanda

A mediados del siglo XIX, Connemara era un destino de caza y pesca popular entre la clase alta inglesa. Persiguiendo esta fama llegó Mitchell Henry, rico heredero inglés de la industria textil familiar, que visitó Connemara junto con su esposa Margaret durante su luna de miel. Tan prendados quedaron de la belleza del lugar que decidieron que en el futuro construirían una casa en la que residir. Una década más tarde vieron cumplido su sueño, cuando Mitchell abandonó su carrera como médico para convertirse en político, y construyó una gran mansión a orillas del lago Polacappal. No escatimó en gastos para construir la casita, finalizada en 1868 tras cuatro años de trabajo de cien hombres. El resultado fue algo muy parecido a un castillo, con 70 habitaciones y una fachada de granito blanco que destaca sobre la montaña tanto cuando esta está marrón en invierno como cuando se tiñe de verde en verano. El castillo contaba con un terreno de más de 5.000 hectáreas, y fue un factor fundamental en el avance de la región en unos años marcados por una hambruna aún reciente.

Mansión del castillo de Kylemore
La mansión de la Abadía de Kylemore.

Aunque la carrera política de Mitchell lo llevó a ser parlamentario por el condado de Galway durante 14 años, su felicidad duró poco. En 1875 sufrió un duro golpe con el fallecimiento de su esposa. Afligido, mandó construir en su honor una preciosa iglesia neogótica, que es una réplica en miniatura de la catedral de Bristol realizada con mármol verde local. Poco después regresó a Inglaterra, donde continuó con su carrera política hasta que falleció en 1910. Fue enterrado en la iglesia de Kylemore, donde ya descansaba su esposa desde 35 años antes.

Pequeña iglesia neogótica de la abadía de Kylemore
La pequeña iglesia neogótica construida por Michell Henry en honor de su esposa Margaret.

En 1903, pocos meses después de una visita del rey Eduardo VII de Inglaterra, el castillo fue vendido a los duques de Manchester. Vivieron en el lugar varios años, con un alto nivel de vida financiado por el padre de la duquesa, Eugene Zimmerman. En 1914 falleció el padre de la duquesa, y la pareja se vio acuciada por sus deudas de juego. Ese mismo año la mansión pasó a manos del banquero inglés Ernest Fawke, que lo mantuvo a la espera de una buena oportunidad de venta.

Entrada de la capilla neogótica de Kylemore
Interior de la capilla neogótica de Kylemore

La venta se produjo en 1920 y provocó que el castillo se convirtiese en abadía. Las compradoras fueron una congregación de monjas benedictinas, cuyo convento en Ypres (Bélgica) había sido destruido durante la Primera Guerra Mundial. Las monjas fundaron un internado que rápidamente ganó fama como prestigioso centro educativo. En esta escuela estudiaban niñas locales junto con niñas enviadas por familias adineradas, y cuentan con varias ex-alumnas famosas. Se rumorea que Madonna estuvo a punto de enviar a su hija a estudiar a este lugar, aunque finalmente se decidió por algún otro lugar con más glamour.

La pérdida de alumnas provocó su cierre en 2010, aunque parece que pronto abrirá de nuevo como centro educativo más general. Cuando nosotros visitamos el lugar aún había alumnas, y al recorrer las instalaciones pudimos oir como tras una puerta cantaban el “Cumpleaños feliz” ¡en español!

Vidriera de la iglesia de Kylemore
Ventana de la iglesia neogótica de Kylemore

De esa visita me quedaría con el agreste paisaje típico de Connemara, que desde luego no puede ser mejor para una vida dedicada al estudio o la religión. Es difícil imaginar cómo podía ser la vida de esas jóvenes encerradas en medio de la nada, sufriendo el atroz clima irlandés. Lo mejor, de todas formas, es la pequeña iglesia neogótica. Aparte de la triste historia que encierra, la obra en sí misma es de una belleza espectacular. Situada entre el lago y las montañas, y rodeada por árboles, una capilla tan bonita parece totalmente fuera de lugar.

Vista del lago Polacappal y la abadía de Kylemore en Irlanda
El lago Polacappal y la Abadía de Kylemore.

Entrar a la abadía tiene un coste, como siempre en Irlanda, que creo que rondaba los 10 euros. En este caso puede estar justificado, sobre todo porque no hay ninguna otra obra digna de mención en muchos kilómetros a la redonda. De hecho, si algún día neccesito reflexionar en busca de mi yo interior, se me ocurren pocos lugares más aislados que este.

→ Más información en la wikipedia y en su página web oficial.
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8 comentarios EN BLOGGER
  1. Se que Irlanda tiene sitios espectaculares, pero esta mansión-castillo es impresionante asi k gracias por la información! Me ha encantado el lugar y después de leer su historia -gracias otra vez por la info- me aseguraré de ir (el año que viene me voy a Londres asi k me pasare x alli -k ganas!-)

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    1. Me alegro de que te guste, pero ojo que llegar a este lugar no es fácil. Connemara es una región inhóspita casi sin transporte público, así que a menos que alquiles un coche no sé cómo se puede llegar a Kylemore.

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  2. Uno de los lugares a los que me gustaría ir, adoro la arquitectura de esa época y mas si es parecida a un castillo. :D

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    1. Pues esta mansión es tan parecida a un castillo que de hecho se llamaba "Castillo de Kylemore" hasta que llegaron las monjas y lo convirtieron en abadía ;)

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  3. Las historias de castillos europeos del siglo XIX me fascinan. Siempre con paisajes lúgubres, como "El castillo de Otranto" o "La caída de la casa Usher".

    Tengo que visitarlo alguna vez.

    Por cierto, ¿sí eran niñas malas las que iban a ahí? xD

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    1. Pues no sé si las familias enviaban a las niñas malas o a las buenas, pero pasarse meses en este lugar acatando las órdenes de un grupo de religiosas debía ser bastante parecido a un castigo :D

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  4. Me sorprende el hecho de que salgas con historias nuevas sobre lugares tan lejanos de Corea o España, acaso tienes una máquina de teletransportación? ;)

    No conozco mucho sobre este tipo de estructuras, son propias de países anglosajones o también en Europa hay otras como estas? (Perdón la ignorancia, pero por estos lares no se ven demasiados Castillos :P)

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    1. Es que antes de mudarme a Corea pasé 4 años viviendo en Irlanda, y además hice viajes a Italia, Francia, Grecia, Portugal, Reino Unido... Tengo montones de fotos e historias para ir compartiendo poco a poco ;)

      En Europa hay bastantes castillos. Normalmente fueron construidos en la Edad Media como fortalezas de los nobles, pero también hay estructuras más modernas que parecen castillos aunque en rigor no lo sean, como este de Kylemore.

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